A mí me encantó la propuesta y no me agarró ningun perfeccionismo ni inhibición. Le conté sobre lo que tengo publicado en la web y le dije que todo estaba disponible para ella, que podía usar lo que quisiera, que no me importaba la música que hiciera con ellos, ni de qué género era, ni si era homogénea o heterogénea, que a mí me encanta la idea de que algo que hago sirva de inspiración a otra cosa, sea como sea la otra cosa. Lo único que le pedí fue que me mostrara la obra cuando la considerara terminada.
Y comenzaron las afinidades. Después de escribirle me fui a dormir pensando que, de todo lo que ella podía leer mío en la web, mis sirenas podían resultar muy afines a su canto, y que su música no homogénea podía sentirse a gusto dando voz a mis sirenas. Y antes de que se lo comentara, Moxi me contestó a mi mensaje anterior: "Casualidades son casualidades o no tanto. Este fin de semana estuve en Bremen ensayando con mi amigo Juan María Solare un ciclo de canciones suyas que son ni más ni menos que unas "Milongas grecolatinas". La última se llama "Espero a que llame la sirena" o título similar. Son con letra de un tal señor Pedro Lastra y son infinitamente bellas. Una de mis ideas es componer para ese ciclo. Y justo aparecen tus sirenas. Leeré y pensaré." Me puse feliz, le conté lo que había pensado la noche anterior y le dije "¡ojalá el canto de mi sirena te atraiga!"
Al mes más o menos Moxi me escribíó este hermoso mensaje: "Querida Marina, me has traido inspiración. Además me acercaste a Meri Lao, que es una rara mezcla de pianista excepcional, compositora (hizo música para Fellini, imaginate), loca feminista y excepcional pensadora. Y le pone al tango sabor femenino. Una locura. Ya te contaré de mis avances. Por ahora he llegado hasta la primera selección de poemas. Ya tengo fecha de estreno, 02.02.13. Te cuento más pronto. Por ahora no hay sonidos, hay ideas en mi cabeza. Beso." Y así siguió un tiempo de trabajo para Moxi y espera para mí, cada vez más intrigada. Me contó que estaba trabajando con "en el principio es el agua" y que mi poesía iba a quedar "desguazada" o "deconstruida" porque era mucho texto, pero a mí no me importa, a mí me gusta inspirar aunque después el resultado de la inspiración no se parezca en nada al motivo de la inspiración.
Cuando llegó el día del estreno yo estaba en ascuas preguntándome cómo iba todo en Hamburgo. Esa noche Moxi me contó que "La sirena nació en un parto ululante y con dolor y fue muy bien recibida. Hay vídeo. Paciencia. Mi computadora murió hoy por eso parto con dolor. Ahora festejo. Beso." Otra casualidad, porque ese mismo día en Buenos Aires mi computadora también había palmado horas después que la de Moxi. No me gustaría pensar que las sirenas actuales hacen naufragar computadoras en vez de barcos...
Tiempo después, Moxi tuvo a punto el video para enviármelo y me aclaró: "Espero que no te infartes cuando lo veas. Detalle: no esperes encontrar demasiado de tu texto, pero no por efectos de la deconstrucción, sino por un detalle técnico: cuando hice el sound-check todavía no estaban listas las luces, hablé con el técnico, quedamos en un azul frío y blablabla. Lo que no noté es que nunca pude leer mi partitura pese al cuerpo 18 porque eso era la oscuridad absoluta. Ni que decir que todos los "cues" con los que había ensayado desaparecieron, porque mi tape ya no tenía seis tracks sino el bounce final de backup que por suerte había hecho antes de la hecatombe. Y que a la voz sólo le pude poner una cámara en lugar de los efectos que estaban escritos, porque con la compu de reemplazo no daba la memoria para correr nada. Con todo esto sólo te puedo decir una cosa: el estreno ha estado signado por una extraña estrella. Pero (y esto ya me ha pasado alguna vez) sólo augura una versión mejorada y aumentada para futuras versiones."
A pesar de todos los inconvenientes que hubo, ¡a mí me encantó! Cuando lo escuché se me puso la piel de gallina, ¡la voz de Moxi era como lo que había imaginado pero no era capaz de explicar a nadie! Y no digo más nada y les dejo el video para que disfruten:
La continuación de la historia, a fines de 2013, fue que Moxi me contó que le había escrito a Meri Lao y Meri le había contestado. Moxi y su amigo Juan tienen ganas de viajar a Italia para conocer a Meri. Me dio tanta emoción ese contacto que yo también la busqué a Meri (¡grande feisbuc!), le escribí y me contestó, así que finalmente, tantos años después, pude decirle cuánto la admiro y cuánto me inspiró su obra. Si quieren saber más de ella, su web se llama Sirena Latina.
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