No es importante lo que canto
sino lo que escucho.
Mi canto es balbuceo
gorjeo
tímido piído
vano intento de nombrar lo que sé.
Habito las profundidades
donde la transparencia se oscurece
tanto como el cielo cristalino.
Mis pulmones pasan del agua al aire
mi corazón del alba a las penumbras.
Mis ojos, no son mis ojos quienes más saben
sino mis oídos
donde todos los sonidos del universo encuentran refugio.
La voz del mundo me aturde
me conmueve
y si abro la boca
es para que sea ella quien resuene.
Sueño con un canto que pueda rozar lo que oigo
pero al despertar reencuentro temblequeante mi voz.
Dicen algunos que me escuchan melodiosa
pero no es mi voz lo que escuchan
sino la belleza aterradora que a mis oídos llegó.
Otros me escuchan melancólica: ellos
perciben el abismo entre la belleza y mi voz.
Lombrices
Hace 9 años
1 comentario:
sí que es importante lo que cantas
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